domingo, 22 de junio de 2008

TRABAJO INTERNO: EXPERIENCIA DE PAZ


Aconsejo, para este ejercicio, hacerlo sentado y en algún lugar donde no nos molesten. Esto será por ahora, pues a futuro, y no muy lejano (tal vez con cuatro o cinco sesiones nos basten) podremos, solamente con recordar el ejercicio, obtener los mismos resultados que si lo hiciéramos.

También es muy interesante hacerlo en grupo, de modo que alguien lea en voz alta el ejercicio, dejando algunas pausas de tiempo para que se pueda realizar bien el trabajo. Si lo hacemos en grupo será interesante el intercambio posterior, compartir lo hecho y sus resultados.

Comenzamos por imaginar una esfera transparente que, bajando desde lo alto, va entrando por la cabeza y termina alojándose en el centro del pecho, a nivel del corazón.

Una vez alojada en el lugar correspondiente, se la va expandiendo lentamente, como si creciera cada vez más, hasta los límites de todo el cuerpo. Cuando la sensación, que comenzó en el centro del pecho se ha extendido por todo el cuerpo hasta sus límites, sobreviene una cálida sensación de paz y unidad interna, se la deja operar por sí sola.

Es importante que esta sensación se extienda hasta los límites de todo el cuerpo, es decir, irradiando desde el centro del pecho cada vez más hacia todo el cuerpo, hasta lograr una suerte de luminosidad interna. Cuando ésta coincida con los límites del cuerpo, la relajación será completa.

A veces la respiración se hace amplia, acompañando a las emociones positivas que se van presentando: emociones de agrado, emociones inspiradoras. Pero no hay que prestar mayor atención a la respiración, solamente déjala que acompañe a las emociones positivas.

En otras ocasiones surgen algunos recuerdos y algunas imágenes muy vívidas. Pero nos interesamos más por la sensación de paz creciente.

Cuando el registro, que comenzando en el pecho, se haya difundido por todo el cuerpo hasta los límites, se habrá dominado lo más importante del ejercicio. Entonces surgirá la experiencia de paz. Podremos permanecer en ese interesante estado unos pocos minutos. Luego, hagamos retroceder lentamente la sensación y la imagen hasta el pecho, cerca del corazón.

Desde allí, llévala nuevamente hasta tu cabeza, para ir haciendo desaparecer la "esfera" que utilizaste desde el principio del ejercicio.


Fernando Montalbán

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