Cuando varias personas se juntan y tienen que hacer algo en común, en muchos momentos hay que decidir qué opción tomar. Qué se compra, dónde ir un fin de semana, qué convenio se aprueba o si se continúa una huelga. Lo normal es que no todos los integrantes estén de acuerdo con dicha decisión. ¿Qué deben hacer los que están en contra?
Cómo se toman esas decisiones es fundamental para la naturaleza y futuro de dicho grupo humano. Las hay basadas en el ordeno y mando, las que deciden en base a una minoría cualificada, otras por consenso, muchas por votación.
Cada tipo de organización tiene su forma peculiar. Una familia es diferente a una empresa, un equipo de fútbol distinto a una asociación de vecinos, una comunidad de propietarios a un grupo de empresa. Tampoco es lo mismo la estructura jerárquica y organizativa de la dirección de una empresa que los trabajadores de la misma, y su propia organización profesional y sindical.
A todo el mundo le gusta participar en las decisiones, que su voz se oiga y que se tenga en cuenta, incluso aunque ellos no sean quienes en último extremo deban decidir. Este sentimiento, patente en todos los ámbitos y niveles, incluso en las organizaciones más jerarquizadas, es manifiesto, consustancial e irrenunciable en las organizaciones entre iguales, voluntarias o representativas.
Una participación real necesita información suficiente, conocimiento para discernir y evaluar las opciones, la posibilidad de manifestar la opinión y la opción real de llegar a soluciones intermedias que hagan factible un acuerdo lo más amplio posible.
El caso que nos ocupa es evidente: ¿cómo debemos tomar las decisiones los trabajadores de la FNMT, como conjunto social? Más concreto, en este primer acercamiento, ¿cómo tomar las decisiones graves, del tipo convenio o huelga?
En mi opinión, las asambleas son el mejor método. Permiten un contacto directo entre los trabajadores, se puede hablar, preguntar a los representantes, plantear propuestas, discutir. Y tomar decisiones, ya sean las inicialmente planteadas o las que vayan surgiendo en la dinámica del debate.
Juan Antonio Aguilera
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